Segundo día de ruta por la triple vía verde. Después de hacer noche en Pinell de Brai, me despierto y me preparo para llegar a la orilla del mediterráneo con un generoso desayuno.
Primero toca desandar el camino esta vez de bajada por el puerto de Pinell (madre mia que rampas que subí ayer) y volver de nuevo a la estación para seguir adelante por los últimos tramos de las sierras de Cavails y Pandols. El camino ya es todo de bajada ya que sigue el curso del Canaletas a su encuentro con el Ebro. Este camino se hace muy divertido ya no solo por la espectacularidad del paisaje, sino además por la enorme cantidad de túneles longuísimos, sin iluminación y en curva por lo que no se ve la salida. Al final llego a la estación de Benifallet, muy bien preparada como lugar de descanso. Aquí termina la v.v de la Terra Alta y empieza la del Bajo Ebro ya que tras pasar un último túnel se acaba el terreno montañoso y se presenta por sorpresa el río Ebro. Todo el camino ya será en paralelo al gran río, pasando el impresionante azud de Xerta y el mismo pueblo y estación. El camino a partir de aquí se hace algo más aburrido, ya que hasta Tortosa solo se verán campos y más campos de naranjos con la estación de Aldover en medio.
La cosa es que llego a Tortosa, dónde tengo que tirar de GPS para callejear y dar con el enlace de la via verde y el GR 99. Ya que estoy hago un poco de turismo por el casco antiguo y me atrevo a subir hasta lo mas alto, al castillo de la zuda (menuda paliza), lamentablemente el acceso con bici es bastante malo y no puedo sacar buenas fotos. Vuelvo de nuevo a a la orilla del Ebro y ya me voy dirección a Amposta por un camino igual de aburrido que hasta Tortosa, pero dónde ya se pueden ver los primeros grandes campos de arroz del delta del Ebro.
Llego a Amposta, cruzando el curioso puente colgante y me doy cuenta de la enorme anchura del río aqui y es que el delta ya esta formado y el mar está a un paso. Tras una pequeña visita por los alrededores, descanso un poco y aparco la bici en el hotel Montsiá, dónde mi simpático grupo de amigos amposteños (no se si se dirá así) me recogen para llevarme a las playas de Amposta en la desembocadura del Ebro y al precioso pueblo pesquero de San Carlos de la Rapita. Bonitas imágenes finales de mi aventura con la puesta de sol en la misma orilla del mediterráneo (un saludo y gracias a Fanny y los demás por la visita guiada a todos estos sitios).
Y hasta aquí llega la aventura ya solo me queda descansar para mañana volver a Zaragoza en tren pasando por Tarragona y llegando justito para entrar de nuevo al tajo (eso fue aventura a parte).
Y como no aquí dejo el videomontaje
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